LOS PRIMARCAS PERDIDOS II

 

EL PURGADO,

PRIMARCA DE LA XI

-Yo los conocía- dijo Dorn, dando otro paso hacia las puertas

En la novela de L.J. Goulding, El Último Consejo, publicado en 2018, se nos da un dato muy polémico acerca de la identidad del Primarca purgado de la XI legión.

Durante una fuerte discusión a cerca de los Primarcas perdidos que desencadena una pelea entre Malcador y Horus se desarrolla esta escena:

Claramente el autor escribió Malal, algo que causó gran controversia en su momento y que hoy en día sigue sin aclaración.

Bien, pero esto no quiere decir que Malal fuera el Primarca de la XI, puede referirse a que el dios Renegado estuviera involucrado en los acontecimientos que desembocaron en la purga de las dos legiones perdidas.

Algo muy curioso es que el propio autor de esta novela, L.J. Goulding, escribió en 2009 junto a Graham McNeil, "The Assault on Gedren Prime" (El asalto a Gedren Prime) para que sirviera de trasfondo a la campaña del Sector Greden. 

Breve resumen: "Es el 77º año de la Gran Cruzada. El Emperador de la humanidad dirige sus veinte legiones siempre hacia el exterior a través de la galaxia, .." y.. "Corax, Primarca de la Guardia del Cuervo y señor de la expedición, se apresuró a ordenar a las flotas de invasión de las veinte legiones que se pusieran en posición. De los otros Primarcas presentes en la flota; Khan, Leman Russ y Malibron, no hubo discusión".

Creo que todo el mundo se ha dado cuenta del número de legiones y del nombre extra.

Básicamente, un nuevo Primarca ha aparecido con su propio capítulo que no encaja con el resto de las legiones establecidas, así que se convierte en una de las legiones que faltaban.

Estaban liderados por el Primarca Malibron, un capítulo de nombre desconocido, pero sus colores eran una combinación de amarillo y rojo.

Para resumir los acontecimientos, a esa Legión la derrotaron y perdió un gran número de marines llevando el sistema a la destrucción - básicamente su nave insignia, que contenía miles de marines y una gran parte de la legión, fue destruida en una "batalla masiva" donde las Legiones asaltaron la fortaleza enemiga mientras trozos de la nave caían sobre el campo de batalla.

Los Gedrenitas (los enemigos conquistados) tenían acceso a tecnología de clonación prohibida. Malibron bombardeó el mundo responsable de la destrucción de su nave capitana y trató de robar la tecnología de clonación para reabastecer a su legión, lo que provocó una batalla masiva de guerrillas en la que los legionarios se enfrentaron entre sí y, una vez calmadas las aguas, Malibron fue enviado de vuelta a Terra encadenado. Corax fue entonces el responsable de deshacerse de la tecnología de clonación (lo cual es un buen punto de partida para el posterior material de trasfondo de la Guardia del Cuervo...)

Hay quien opina que el autor se refiere al primarca Malibron en el Último Consejo.

Pero entonces por qué Horus no susurra Mal…ib…, al ser ahogado por Malcador?

Por qué el autor destaca la palabra +Silence+ y la frase 'Enough.You will be silent, or I will unmake you, here and now'?

Por qué esa alusión al silencio, rasgo distintivo del capítulo de los Hijos de la Malicia?

Puede ser que no se le permitiera desarrollar ese nexo en futuras novelas por culpa de la demanda por los derechos de autor sobre Malal, y tuviera que dar un giro drástico.

Pero sigamos con la campaña de Greden y Malibron.

Esta información ha sido redactada y borrada de los registros imperiales, cualquier referencia a ella será negada y se castigará su uso y difusión bajo pena de herejía.

LA CAMPAÑA DE GREDEN

El sistema Gedren está formado por una serie de colonias mineras, resultado de la colonización humana de la galaxia hace unos diez mil años. La vida en estos mundos dista mucho de ser idílica: una serie de pequeños imperios, repartidos por todo el sistema, están gobernados por los Señores Feudales. Estos tiránicos individuos mantienen su posición gracias a la extracción de Pyrox, una sustancia tan valiosa como mortal. Tal es el peligro que representa la extracción de estos materiales, que los Señores Feudales han recurrido a un puesto perdido cercano del Mechanicum en busca de ayuda, y cuyos conocimientos de la era oscura de la tecnología han permitido la producción de fuerzas de trabajo clónicas masivas para el sistema.

Es el 77º año de la Gran Cruzada. El Emperador de la humanidad conduce a sus veinte legiones a través de la galaxia, su dominio militar es absoluto mientras el imperio alienígena y los vástagos perdidos de la humanidad caen ante el poder del Adeptus Astartes. Ahora la Cruzada se aproxima al sistema de Gedren, otro mundo sembrado por la humanidad en un pasado oscuro y lejano, y los pensamientos de los que comandan los ejércitos del Emperador se vuelven hacia la posibilidad no sólo de un mundo sometido sin derramamiento de sangre, sino quizás incluso del descubrimiento de otro de los hijos perdidos del Emperador, los Primarcas. Pero no fue así: un puño cerrado en lugar de una mano abierta se encontró con los Diplomáticos Imperiales, los Señores Feudales de Gedren unidos por fin bajo el estandarte de la hostilidad. Corax, Primarca de la Guardia del Cuervo y señor de la expedición, se apresuró a ordenar a las flotas de invasión de las veinte legiones que se pusieran en posición. De los otros Primarcas presentes en la flota; Khan, Leman Russ y Malibron, no hubo discusión.

Los distintos Señores Feudales compiten constantemente entre sí por el poder, con ejércitos de clones que se dirigen a la batalla a instancias de sus Señores, pero esta animosidad está a punto de terminar, anunciada por la llegada de un enemigo común....

La capacidad militar e industrial de Gedren IV era realmente impresionante. El mundo estaba gobernado por las maquinaciones del Señor Feudal Nihl Macon, cuyo ejército de clones controlaba uno de los mayores contingentes de artillería del sistema. Al darse cuenta de que semejante fuerza suponía una amenaza para cualquier futuro desembarco de tropas, Corax ordenó al contingente de la 12ª Legión, los Sabuesos de Guerra, que tomaran la artillería a cualquier precio. Tal asalto favoreció la ferocidad inherente de la Legión, pero el complejo estaba protegido por regimientos de soldados clon de Macon, que sin duda morirían por su señor sin dudarlo...

Entre los ejércitos de los Señores Feudales de Gedren IV, el más temido era el complemento de artillería del tirano Nils Macon. El primarca de la Guardia del Cuervo, Corax, comprendió que para que cualquier punto de apoyo tuviera éxito en el planeta era necesario destruir los emplazamientos de cañones defensivos. Aunque un bombardeo desde la órbita aniquilaría toda la zona y no dejaría rastro de los cañones, Corax, siempre pragmático, sabía que el potente poderío militar del complemento de artillería de Gedren IV podría ser más útil en las próximas semanas de la campaña. Los operativos de la Legión Alfa bajo el mando del enigmáticamente llamado Comandante "H" localizaron los cañones. Sabiendo que el ataque tendría que ser decisivo, Corax pidió al capitán Sevruk de los Sabuesos de Guerra que dirigiera un pequeño contingente de tropas al anochecer para capturar la artillería. El joven marine asintió sin emoción cuando Corax le informó de que esperara bajas del 80% o más aunque la misión tuviera éxito, y saludó antes de ir a seleccionar voluntarios para la misión de asalto...

Hacía ya varias semanas que el sometimiento del Sistema Gedren estaba en marcha. Una pesadilla logística de cientos de miles de soldados Imperiales, sus municiones, por no hablar de las acciones de las propias Legiones, había sido tomada con calma por Corax. Las fuerzas de los Ángeles  Sangrientos, al mando del Capitán Eli, habían neutralizado con éxito las instalaciones de clonación de Gedren II. Los Lobos Espaciales al mando del Señor Lobo Mjolnir habían interceptado un convoy blindado que viajaba para reforzar la capital, y los Sabuesos de Guerra del Capitán Sevruk habían capturado la temible artillería de Gedren IV.

Sin embargo, no todas las batallas libradas se habían resuelto a favor del Imperio. Los miembros de la undécima legión al mando de Malibron no habían logrado capturar los centros de comunicaciones de Gedren V, y el Primarca resolvió ahora recuperar el honor dirigiendo sus fuerzas hacia Gedren Prime desde su nave insignia.

Ahora la invasión del Imperio entraba en su fase final y más vital: la conquista de la capital, Gedren Prime. Aunque los defensores habían sido sometidos a asaltos masivos durante las semanas anteriores, la fortaleza allí situada seguía estando fuertemente defendida. Corax, con el asesoramiento de sus Hermanos Primarcas, ordenó que comenzara el asalto. Una punta de lanza de veteranos de cada legión se lanzaría desde la órbita e intentaría mantener puntos clave de la línea defensiva de Gedren en la capital. Una vez conseguido, permitiría a las unidades en masa del Ejército Imperial y otras reservas de la Legión desplegarse en el planeta. Si tenían éxito, la victoria estaría asegurada.

De algún modo seguía vivo. De algún modo, a pesar de la muerte de miles de sus descendientes, totalmente aniquilados por las fuerzas de la reentrada atmosférica y el impacto, Malibron se aferraba a la vida. ¿Con qué fuerzas había jugado su padre, qué secretos y conocimientos perdidos había reaprendido para crear seres de tal majestuosidad? Aunque era uno de los veinte hijos del propio Emperador, Corax se maravillaba ante la tenacidad de su hermano y la naturaleza divina de su ser.

Pero ahora, otra cruda realidad del conflicto que perseguían: El Corazón de Balethimor no había sido derribado por una nave Gedrenita cualquiera. No, la nave pertenecía a una rama perdida hacía mucho tiempo del Mechanicum marciano, hermanos de aquellos con los que el Emperador había aliado la Gran Cruzada. Hermanos que por confusión y malentendidos habían luchado a favor de los Señores Feudales de Gedren y sus aliados de siempre.

Malibron no podía consolarse. Lloró lágrimas de rabia, de ira por su progenie perdida, por la grave herida a su Legión de la que tal vez nunca se recuperarían. Ignorando las condolencias y mensajes de apoyo de sus hermanos, se dirigió inmediatamente a una de sus naves y a los restos de su flota; Su destino, el mundo Mechanicum de Gedren VI. Cuando las naves entraron en órbita, la Flota Imperial observó con incredulidad, incapaz de actuar mientras la 11ª Legión desataba su ira sobre la población rendida y desprevenida. Su carga útil, la más temida de las armas Imperiums; El Exterminatus.

Mientras esto ocurría y la materia biológica de Gedren VI era aniquilada por el virus que se extendía por su superficie, Corax se enteró de otro inquietante descubrimiento: La tecnología de clonación de Gedren, capturada por el ya fallecido capitán Eli de los Ángeles Sangrientos, había desaparecido: sus guardias habían sido asesinados, y los horribles efectos de los bolter y las espadas de sierra marcaban sus cadáveres.

Era obvio lo que planeaba su hermano Malibron. Aunque Leman Russ le insistió en que tomara medidas más agresivas, Corax consideró cuidadosamente sus siguientes órdenes: Malibron y su legión debían ser apresados, encadenados y devueltos a Terra para enfrentarse al juicio de su padre. Pero, cuando se disponía a llamar a los Astartes restantes para que regresaran a la flota tras sus últimas operaciones en el sistema, se produjo otro desastre. De repente y sin previo aviso, todos los sistemas y canales de comunicaciones se inundaron de estática; las pantallas tácticas les mostraron rodeados de naves hostiles, pero éstas desaparecieron. Sonaron las sirenas de aviso de colisión y los abordajes de tropas enemigas, que se silenciaron antes de comenzar de nuevo. Corax ordenó inmediatamente el apagado de los sistemas, y el puente de su nave insignia quedó sumido en la penumbra. Fuera de su campo de visión, las demás naves de la flota realizaron maniobras de emergencia y contramedidas para combatir una amenaza que no existía. Al cabo de un momento, las armas Lanza se encendieron al abrir fuego, y las explosiones estallaron en silencio cuando la atmósfera de las naves de la flota quedó expuesta al vacío....

Sevruk miró al sargento Warule, una expresión de incredulidad adornaba su rostro, en la medida en que tal cosa era posible con sus rasgos horriblemente cicatrizados y picados. La base de fuego enemiga en el sector había sido finalmente destruida, los pocos defensores que quedaban tenían poco estómago para luchar, y muchos defensores simplemente habían depuesto las armas. Pero ahora la región vecina, que había sido puesta bajo los auspicios de los Lobos Espaciales y previamente marcada como segura, mostraba múltiples unidades enemigas moviéndose para entablar combate. Seguramente el enemigo carecía de los recursos necesarios para formar un contraataque tan agresivo.

El capitán de los Sabuesos de Guerra sonrió para sus adentros y accionó el seguro de su hacha de guerra, cuyo motor se ahogaba ligeramente con la sangre y los detritus que cubrían su superficie. Dando una orden rápida a través de su sistema de comunicaciones, se volvió hacia sus hermanos marines y les ordenó que se prepararan: Si su legión había fracasado, la suya lo haría en su lugar...

El Señor Lobo Mjolnir murmuró para sí mientras observaba la superficie desde su nave de asalto. Aunque el ataque al sistema había tenido éxito, muchos de sus hermanos habían perecido, y sus esfuerzos por impedir que las unidades de blindados pesados llegaran a Gedren Prime se habían pagado con sangre. Y ahora, las operaciones finales sobre Gedren Prime habían sido totalmente anodinas: focos de resistencia sin valor para la lucha y pocas oportunidades para que su Legión recuperara parte del honor perdido.

Esos pensamientos desaparecieron inmediatamente de su cabeza cuando los sistemas de comunicación se llenaron de estática y sonaron las alarmas de proximidad. Mjolnir hizo un gesto de dolor cuando sus sentidos agudizados absorbieron todo el efecto de los chirridos y silbidos que sonaban en su nodo de comunicaciones y tiró el dispositivo al suelo. La rejilla de la pantalla mostraba el sector adyacente en peligro, la ubicación anterior del grupo de trabajo Sabueso de Guerra ahora atestada de combatientes enemigos. El canoso Lobo Espacial sonrió para sus adentros a pesar de lo que aquello representaba. ¿Quizá los humanos de aquí tuvieran dientes después de todo?

Gritando a sus camaradas que ordenaran el asalto y transmitieran la orden a las unidades de la superficie, se dirigió inmediatamente a las naves de desembarco. Mientras Mjolnir salía de la sala, el dial del nodo de comunicaciones desechado parpadeó en rojo: su mensaje prioritario del mando de la flota no había sido escuchado ....

Warule se desplomó en el suelo, agarrando el lazo de sus entrañas con una mano, con la armadura destrozada y manchada de sangre roja. El último Lobo Espacial le había cortado horizontalmente con su espada mientras caía, desgarrando su armadura ya debilitada. La energía había fallado en su traje y se arrancó el yelmo de la cabeza, tirándolo al suelo y observando los restos de la batalla a su alrededor. ¿Cómo había llegado a esto?

Levantó la vista y vio a Sevruk, enzarzado en un feroz combate cuerpo a cuerpo con el que sin duda debía de ser el comandante de la fuerza Lobo Espacial. Las armas de ambos yacían en el suelo, y sus armaduras estaban enrojecidas por la sangre derramada, pero eso parecía importar poco mientras se agitaban los pucheros e intentaban agarrarse al suelo...

Mientras Warule observaba, el nodo de comunicaciones en su oído finalmente se activó, la estática fue reemplazada por la voz ansiosa del mando de la flota... "... que cesen todas las hostilidades inmediatamente...". Repito, todos los combatientes en los sectores doce y catorce a cesar las hostilidades .. "Haciendo un gesto de dolor, cogió una pistola de proyectiles desechada que estaba en el suelo delante de él.

Mjolnir lanzó un feroz golpe a la cara del sabueso de guerra que se tambaleaba, y gruñó cuando su puño conectó, enviando al oficial sabueso de guerra que tenía enfrente volando hacia atrás con un crujido repugnante. Satisfecho de que su golpe había sido suficiente para abatir a su oponente, buscó a su alrededor su espada de poder y, una vez localizada, se acercó al cuerpo tendido de su enemigo caído.

¿Por qué les había atacado la 12ª Legión? Poco importaba... este moriría junto a sus compañeros por la muerte de sus camaradas y el menosprecio al honor de su Legión. Levantó su espada, justo cuando el Sabueso de Guerra bajo él empezaba a recobrar la consciencia.

"¡Alto!" Una voz amplificada por vox resonó a su lado, y Mjolnir se giró para ver a un Sabueso de Guerra gravemente herido que apuntaba con un bolter en su dirección. Su espada se cernía sobre la forma tendida del oficial y estaba lista para asestarle el golpe mortal. "Debemos... debemos cesar las hostilidades... por orden de Corax y vuestro Primarca..." El Sabueso de Guerra jadeó, y el bolter en su mano vaciló .. "Pero te lo juro, muévete un centímetro más y acabaré con tu vida .."

Mjolnir se detuvo un momento... ¿se trataba de algún tipo de engaño? Gruñó, echó los labios hacia atrás para mostrar unos colmillos enormes, listo para blandir su arma. Pero entonces, ¿por qué no le había disparado el soldado? El Señor de los Lobos miró el cuerpo herido del marine que tenía debajo, que ahora miraba fijamente a Mjolnir a través de su único ojo artificial. Su horrible rostro lleno de cicatrices no mostraba ninguna emoción.

Tras una pausa, el Lobo Espacial se agachó y ofreció su mano al marine, justo cuando otros Astartes vestidos de blanco y azul empezaron a acercarse a ellos, con sus pistolas de proyectiles en alto. El Sabueso de Guerra hizo caso omiso de la mano ofrecida y se puso en pie con cautela.

Un Stormbird de la Guardia del Cuervo se acercó mientras los dos marines se enfrentaban a la altura de sus ojos, y el rugido de sus motores ahogó cualquier comentario que cualquiera de los dos pudiera hacer. Por un momento, ambos permanecieron de pie, mirándose fijamente, tranquilos a pesar de las turbulencias provocadas por la aeronave cercana. Mjolnir vio su propio reflejo en el ocular de gemas del marine, teñido de rojo pero aún revelando el alcance de sus propias heridas.

El Señor de los Lobos miró a su alrededor... las formas muertas de su Guardia Lobo, su Land Raider seguramente dañado sin posibilidad de reparación, y a su alrededor los restos del escuadrón de asalto Sabueso de Guerra que había matado. Los hombros de Mjolnir se desplomaron visiblemente, y miró al suelo cuando la realidad de lo que habían hecho aquí comenzó a caer sobre él...

EPILOGO

Malibron, el Primarca de la 11ª Legión, fue enviado encadenado al Emperador. Allí se enfrentaría a su padre, que le juzgaría como considerase oportuno, ya que su hijo había cometido una atrocidad del más alto grado.  

Mientras tanto, el resto de las Legiones estacionadas en Gedren Prime recibieron órdenes de transitar hacia otro sistema donde una reunión de Legiones, más vasta de lo que jamás se había conocido, se reuniría en el sistema Ullanor.  

Las instalaciones de clonación de los gedrenitas fueron llevadas a bordo de la nave insignia de la flota de Corax, que supervisaría personalmente la destrucción de tan peligrosa tecnología.....

CONCLUSIONES 

Como vemos en el desarrollo de la campaña de Greden, Malibron actúa con un odio y una sed de venganza incontenibles, rasgos muy recurrentes del Jerarca de la Anarquía, llegando a destruir todo a su paso, provocando la purga de los restos de su propia legión, y sembrando la anarquía entre las demás legiones, algo también muy característico de los seguidores de Malal.

Y cuál sería el motivo de tal purga, que ni siquiera las acciones de Horus merecieron, si no la intervención de un poder ruinoso capaz de rivalizar con el propio Emperador. 

Después de todo, en el Lore oficial se nos dice que el XI es el número sagrado de Malal y de los Hijos de la Malicia, así que tampoco es tan descabellado pensar que el dios Paria haya influido sobre Malibron.

Y todo esto nos lleva a la siguiente pieza del puzzle:

Es el Primarca de la XI, que fue encadenado y llevado a Terra, el Sujeto XI que guardan los Custodes en las cámaras bajo el Trono Dorado?

Quizás el mayor peligro para el Imperio de la Humanidad esté guardado justo bajo sus cimientos.

Que mayor paradoja.

Buffer42k

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